El trabajo de Maurizio Anzeri (Italiano) es sencillo: se pone a recolectar fotos antiguas y luego las decora con hilos. Como resultado tenemos algo extraño pero sorprendentemente agradable.
Chequen la colaboración que hizo con el fotógrafo Richard Burbridge para la revista Dazed & Confused hace ya unos meses, es excelente.
Se confiesa un apasionado de los retratos fotográficos, que ha coleccionado a lo largo de su vida y que se rastrean en sus trabajos previos como Enduring Seconds o Dazed and Confused. En esta ocasión, el italiano ha seleccionado una serie de instantáneas anónimas que datan de los años treinta y cuarenta y que han sido encontradas en los mercados y rastrillos de antigüedades.
Sobre las caras de los desconocidos Anzeri ha cosido máscaras de hilos que transfiguran sus facciones: “observando cómo la figura humana es tratada como un símbolo, se aspira a ocultarla y darle una existencia e identidad alternativas”. El resultado es una suerte de maquillaje que “acentúa y oculta sucesivamente los rasgos del rostro”.
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